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Sin olvidar que el coronavirus ha sido terrible desde muchas perspectivas, algo positivo es que ha marcado el inicio de la transformación y ya nada será lo mismo. Por ejemplo, en el terreno laboral, el teletrabajo en España se impuso como medida de distanciamiento social en muchas empresas, incluso en Instituciones Públicas. 

“Casi el 70% de los españoles afirma ser igual o más productivo trabajando en remoto”. Fuente: Encuesta de Bain & Company.


Algo que en España no terminaba de implantarse, ahora es ya una realidad y con la vuelta a la normalidad toca replantearse qué medidas o consecuencias ha tenido en los negocios este tipo de trabajo.

Un estudio sobre como perciben los trabajadores el teletrabajo de AxiCom arroja datos bastante reveladores después de casi tres meses teletrabajando: 

  • El 93% de los encuestados quiere mantener el teletrabajo pese a la vuelta a la normalidad.
  • De los teletrabajadores que tienen hijos, el 90% se sienten a gusto teletrabajando.
  • Lo que más se valora en general de teletrabajar es:
  1. Evitar desplazamientos, el 86%.
  2. Aprovechar más el tiempo, 63%.
  3. Conciliación familiar, 44%.
  4. Alimentarse mejor, 31%.
  5. Tiempo libre, 19%.
  •   Lo que más valoran del teletrabajo los trabajadores con hijos es:
  1. Evitar desplazamientos, el 89%.
  2. Conciliación, el 71%.
  3. Aprovechamiento del tiempo 67%.

Seguramente te estarás haciendo mil preguntas, por ejemplo: ¿Por qué aún no estaba implantado el teletrabajo en España? ¿Definitivamente se ha visto que las ventajas que tiene son mayores que los inconvenientes?

Por qué hasta ahora no había calado el teletrabajo en España.

Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 2017 determinó que en Europa el 17 % de los trabajadores lo hacía de forma remota, más del doble que en España en ese momento.

A finales del 2019 el 7,9% de las personas ocupadas en España teletrabajó al menos de forma ocasional, registrando un máximo histórico en nuestro país. Es decir, mientras en Europa este sistema ya estaba maduro, en España tan solo acababa de aterrizar.

¿Y por qué no terminaba de imponerse el trabajo en remoto?, veamos algunos motivos:

  • Cultura organizativa de las empresas.

Los responsables de las organizaciones piensan que, si un trabajador no acude presencialmente al puesto físico dentro de la organización, éste no va a impregnarse de los valores, hábitos y creencias de la compañía lo que hará que no tenga ese vínculo social con el resto de la organización.

  • “Presencialismo”.

En España no trabajamos por resultados ni objetivos, se intercambia un salario por tiempo, por tanto, cuantas más horas estés “pegado” al ordenador se sobreentiende que eres más productivo, cuando no es así. 

  • Resistencia al cambio.

En general y debido a culturas de empresa muy arraigadas y dirigidas por perfiles no digitales. Los cambios que suponen una salida a la red y buscar soluciones tecnológicas suelen ser saboteados de forma directa o indirecta por esa resistencia al cambio.

Si te das cuenta las tres primeras, son razones que tienen que ver con la mentalidad y las costumbres dentro de las empresas. Tienen un componente psicológico y emocional.

  • Tecnología.

Lo normal es que una empresa entienda que adaptarse al teletrabajo conlleva un coste y no se ve como una inversión

Los elementos mínimos e imprescindibles que toda empresa debe poner al servicio del teletrabajador son:

  1. Una infraestructura de atención en remoto.
  2. Equipos adecuados y conexión a internet.
  3. Formación adecuada para el trabajo en remoto.
  • Sin regulación.

El teletrabajo no está regulado de forma amplia y expresa en España. Encontramos la definición en el artículo 13 del Estatuto de los Trabajadores y poco más. Esto provoca bastante objeciones por parte de las empresas a la hora de aplicarlo.  

  • Productividad.

Se tiende a pensar que el trabajador no se tomará en serio su responsabilidad y trabajo si lo desarrolla desde su casa, pero esto es debido que las empresas no empoderan a sus empleados y no los hacen partícipes de las decisiones. 

Aún están en el rol de “papá empresa”, vigilando si el trabajador cumple su horario. Si el salario se supedita al rendimiento u objetivos, seguro que la perspectiva cambia. 

La buena noticia, es que la transformación laboral se ha iniciado. Ahora queda darle forma e implantar este modelo de trabajo de forma definitiva.

Muchas empresas ya han visto que en poco tiempo son capaces de adaptarse a los cambios, que los trabajadores agradecen el hecho de disponer de flexibilidad de horarios. 

“Tanto por empresas como por trabajadores tienen la impresión de que con el teletrabajo el tiempo se invierte de forma eficaz. Entonces, ¿por qué no hacerlo oficial?” Pleo.


¿Teletrabajo? Sí, por favor. Las empresas en España ya se han dado cuenta de las ventajas que supone teletrabajar.


El teletrabajo aún tiene que calar más hondo en España y que según se menciona nadie diga “tele… ¿qué?”. No solo eso, sino que el teletrabajo debe tener una connotación de modernidad para las empresas y no de costes.

Desde Pleo pensamos que las empresas españolas han despertado y aterrizado en la era digital, pero no solo eso, han sido capaces de adaptarse en tiempo record manteniendo su actividad y afrontando el reto de gestionar equipos en remoto.

La ventaja estratégica que ha traído a las empresas el teletrabajo:

  • Han podido comprobar qué tipo de líderes tenían al frente de sus equipos.
  • Han empoderado a sus empleados gracias a la flexibilidad.
  • Se han solucionado carencias en formación y sistemas.
  • Lo mejor de todo es que las soluciones a muchas de estas cosas se han hecho en remoto. 

Gracias a herramientas que mejoran la productividad, (enlace al artículo herramientas que fomentan la productividad) el personal no ha tenido sensación de aislamiento y han desarrollado buenos hábitos para trabajar desde casa (enlace al artículo relacionado).

Algunas de las ventajas más relevantes que ha supuesto el teletrabajo para las empresas:

  • Ahorro en costes de infraestructura.
  • Impacto medioambiental casi cero. 
  • Reducción de gastos en dietas y transporte. 
  • Mejora en el absentismo laboral y en el rendimiento del teletrabajador. 

La simbiosis perfecta es el punto de inflexión en el que se encuentran los intereses de la empresa teniendo en cuenta los del propio trabajador. 

El teletrabajo en España es posible. No es necesario que volváis a la normalidad porque nunca os fuisteis.