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Una hucha con forma de cerdito.

Invasiones, covid, asaltos armados a congresos… cualquier ingrediente de todo lo que está aconteciendo en los últimos años es fatal para los precios.

Todo sube 😖

La inflación es un hecho. Ay, la inflación… esa que hace que paguemos once euros por algo que hasta hace dos días costaba solo diez.

¿Y qué pasa con tu empresa cuando hay inflación?

¿Qué pasa con las ventas cuando el poder adquisitivo baja, tanto para las personas como para otros negocios?

Pues si no le pones remedio, lo más probable es que tu empresa las pase canutas.

Que no llegue a fin de mes con la misma holgura que antes, que se las vea y las desee para tener líquido en el banco y pienses, inevitablemente, «¿qué nos va a pasar si todo sigue así?».

Y como todo tiene pinta de seguir así durante un tiempo, vamos a contarte las claves para que la caja de tu empresa no sufra más de lo necesario en períodos con altos índices de inflación como el que estamos viviendo.

De hecho, sin ir más lejos, solo en 2022 la inflación acumulada fue de un 5,8 %.

Pero no te preocupes, que si te pones las pilas te blindarás tanto para esta como para las que puedan llegar en el futuro, que esperemos que no sean muchas. Y hasta saldrás más fuerte 🤜🤛

Spoiler: sobre todo, la clave está en el control

Enseguida te vamos a dar siete claves o ideas, pero alerta: para mantener una caja sana en períodos de inflación deberías centrarte en el control.

En el control total y absoluto de todo lo que afecta a las finanzas de tu empresa.

Cualquier mínimo gasto tiene que estar bajo control.

Todo recurso, sea pequeño o grande, debe estar controlado.

¿Por qué?

Porque en períodos de inflación se da por hecho que los costes de todo aumentan y con ello, lógicamente, los precios.

Y si subes los precios, que es lo que tendrías que hacer, corres el riesgo de que bajen tus beneficios al perder clientes y todo haya sido en vano.

¿Y el control, entonces?

Si controlas lo que tienes exactamente —equipo, herramientas, recursos— podrás optimizar su uso y conseguir más con menos.

El truco está en aprovechar al máximo lo que tengas, que no te sobre nada y que salgas adelante con eso.

¿Una herramienta online?

¿Una plantilla de catorce trabajadores maravillosos?

Eh, y no es broma: imagina que te pones a revisar a qué se destina cada preciado euro de las arcas y ves que tu negocio se está dejando 900 € al mes en cosas que no se utilizan 😱

Porque Carlos dejó la empresa hace tiempo y era él quien usaba esa herramienta, o Irene estaba suscrita al gimnasio por cortesía de la empresa y cuando cambió de trabajo seguisteis pagando su cuota sin saberlo.

Mucho ojo con todo eso, que la clave está ahí.

Otras formas de mantener sana la caja pese a la inflación

Luego volvemos a lo del control, pero vamos a ver también algunas ideas facilitas de aplicar en eso de tener la caja siempre con dinero suficiente.

#1 La opción más lógica: revisa tus precios

Fácil de aplicar, fácil de aplicar… tampoco es, somos conscientes.

Pero como es la opción más lógica, hay que apuntarla: si hay inflación, lo normal es que suban tus precios.

Si suben los de los alimentos, los de los servicios, los de los materiales y materias primas… ¿por qué no iba a subirlos tu negocio?

Así que ya sabes: lo que antes era un 10, que sea un 12.

O lo que costaba 400 €, que ahora pase a valer 450 €.

La subida la marcas tú y dependerá mucho de aquello que vendas. 

Es posible que no necesites comprar nada para prestar el servicio, o que te hagan falta muchos materiales para crear tu producto y tu margen de beneficio se vea reducido al mínimo.

Sea como sea, ¿qué puedes hacer para subir precios más allá de convertir los ochos en nueves?

Ya hablamos en su momento de estrategias de precios, por si te sirve de ayuda 😊 

#2 Cancela tus deudas a interés variable o pásalas a tipo fijo

Es probable que tu empresa deba dinero a algún banco por haber pedido un crédito en el pasado para acometer alguna acción.

Es normal.

Si contrajiste una deuda a interés variable con el banco, deberías saber que son las principales enemigas de la inflación.

Si tienes una, mal asunto.

¿Por qué?

Porque en períodos de inflación, para que la gente no se ponga nerviosa al mirar hacia el futuro, el BCE sube los tipos de interés general en aras de estabilizar la subida generalizada de precios.

Y esos tipos de interés afectan a lo que pagas cuando estás devolviendo una deuda con el interés variable.

En 2022, por ejemplo, los tipos de interés subieron un total de 2,5 %.

¿Sabes cuál fue el último año que tuvo una subida tan animal?

Empieza por dos, le siguen dos ceros y acaba en ocho.

2008, el año de la crisis económica mundial más dañina de nuestra era 🙄

Habla con quien hayas contraído la deuda e intenta lograr una de estas dos cosas:

  1. Que la cancele, para lo que tendrás que pagar
  2. Que la haga de interés fijo, para cubrirte ante cualquier eventual nueva subida de los tipos de interés, que van muy de la mano de las inflaciones

¡Mucha suerte!

#3 Renegocia, que está todo el mundo igual

La otra cara de la moneda es que la inflación afecta a todo el mundo.

A ti, a tu vecino, a tus clientes, a la empresa de la competencia, a tus proveedores y a quien te alquila el local en el que tenéis las oficinas.

A todos.

¿Trabajas con muchos proveedores? Habla con ellos y reajustad las condiciones, para que el acuerdo siga siendo beneficioso para ambos.

Si suben precios, por ejemplo, que pongan algo más de lo que venían ofreciendo.

¿Y si es la persona o empresa que os alquila las oficinas?

Tiene derecho a subiros el coste del alquiler, sí, pero piensa en el drama que supondría el hecho de que os fuerais.

Tu empresa ya no estaría ahí para pagar mes a mes el alquiler, líquido del bueno. Tu arrendador tendría que buscar otros inquilinos y mientras tanto… estaría dejando de ganar dinero.

Tu empresa necesita la propiedad del arrendador, y el arrendador os necesita como clientes.

¿Por qué no renegociar y mejorar vuestras condiciones económicas a cambio de fidelidad?

#4 Fideliza a tus clientes

Hablando de fidelizar… 😅

Inflaciones, crisis profundas, períodos de incertidumbre… cualquier momento, pinten como pinten las cosas, es bueno para tener una clientela fidelizada.

Que no pueda vivir sin aquello que le vendes.

Que no dude en ayudarte cuando lo necesites manteniendo su suscripción.

Que no mire a otro lado ni cuando la competencia le haga ojitos.

Los clientes fieles a tu marca están hechos a prueba de todo, y en una etapa de inflación no iba a ser menos.

Si buscas aliados para la salud de tu tesorería, en vez de empezar con nuevas estrategias de captación quizá debas centrarte en los clientes que ya tienes, para tratar de hacerlos eternos.

Ofrecerles buenas experiencias como clientes, mantener una comunicación cercana y positiva y crear un programa de recompensas y premios podrían ser buenas formas de empezar 😀

#5 Construye una cultura del ahorro en tu empresa

Seguimos mirando hacia adentro, hacia tu equipo.

«Atención atenciónnnnn que estamos en un período de vacas flacas; toca ajustarse el cinturón» podría ser un resumen de todo lo que podrías hacer.

No va de bajarle el sueldo a nadie; tu equipo también sufre los efectos de la inflación cuando acaba de trabajar y reducir su sueldo sería dramático para todos.

Y al equipo hay que cuidarlo, ya lo sabes.

Se trata de concienciar de que hay que andar con cuidado en lo que respecta a los gastos de empresa.

Cuando viajan, por ejemplo, y eligen hotel o restaurante para comer con un cliente —gastos de representación—.

Cuando van a la oficina y consumen recursos.

Cuando deciden cómo aprovechar su retribución flexible.

Pon en marcha pequeñas prácticas y acciones para que se conciencie todo el mundo y tu caja se vea un poco más liberada con el paso de los meses.

Todo suma ✊

#6 Apúntate a la famosa reduflación

¿Reduqué? 🧐

Reduflación.

Es cuando no cambias el precio del producto o servicio que vendes, pero este incluye menos cosas.

Es como si vendieras paquetes de 30 galletas por 1,50 € y tras aplicar la reduflación siguieras vendiendo paquetes a 1,50 €… pero esta vez hubiera 25 galletas en vez de 30.

¿Lo puedes aplicar en tu producto o servicio? 

Adelante, es una medida estupenda para combatir la inflación.

Corren los rumores, se dice, se comenta, que los paquetes de patatas hace muchos años se vendían casi llenos, sin apenas aire.

Pero solo es un rumor 😂

¿Cosa de la reduflación? Quién sabe.

#7 Pásate a los modelos de suscripción… y ofrece pagos anuales

¿Tienes la inmensa fortuna de vender un producto o servicio que puedas gestionar mediante suscripción?

¡Estás de suerte!

Una buena manera de nutrir de euros la caja pase lo que pase fuera de la misma es adelantar los ingresos de tus clientes, y para ello las suscripciones anuales son geniales.

No solo te aseguras liquidez en tu tesorería para todo el año, objetivo principal del asunto.

A tu cliente le puedes regalar un mes a cambio y con eso, además de asegurarte liquidez, haces fuerza para fidelizarlo.

Gestionar suscripciones y vivir con ese modelo de negocio tiene muchas ventajas 🙌

Si tu empresa no ofrece esos modelos de suscripción mensual —y anual en etapas de inflación— pero sí es susceptible de ello, ni lo dudes.

Pero recuerda la clave de las claves: tener el control total

Volvamos al principio, que con tanta clave igual hemos perdido el foco: es vital el controlar.

Controlar qué tienes, con qué recursos cuentas, dónde se está invirtiendo dinero puntualmente y dónde de forma regular.

Controla cada gasto de la empresa, identifica y toma medidas para deshacerte de esa suscripción que nadie usa o de ese coste inútil por parte de algún despistado.

En el control absoluto está la clave 😌

… Y para ello, Pleo

Claro, aquí mucho «control, control, control» pero si nos quedamos ahí es como hacer castillos en el aire.

¿Cómo controlas absolutamente todo gasto que salga de las arcas de tu empresa?

¿Cómo sabes en qué se van esos aparentemente insignificantes 4,99 € que se ha gastado alguien del equipo de ventas?

¿Cómo determinas qué departamento se está dejando más dinero cuando viaja?

La solución tiene cuatro letras: P-L-E-O.

Pleo 👋

Es una app de lo más facilona pero muy muy muy práctica, que registra completamente todos los gastos que se hagan con las tarjetas de empresa y permite analizarlos al detalle.

Categorías, equipos, fechas… y todo sin notas de gastos ni facturas que se pierdan y generen el caos.

A controlar gastos se ha dicho y con ello, a darle cariñito a la caja por mucha inflación que aceche 😎

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