![](https://images.prismic.io/commercial-helios/ff1f1248-7131-4acc-9428-db7231c4dcc7_5%20%20Financial%20Risk%20Management%20Strategies.png?ixlib=gatsbyFP&auto=compress%2Cformat&fit=max&w=3038&h=1279)
El riesgo financiero para los CFO del futuro
En los tiempos que corren, ser el máximo responsable de la toma de decisiones estratégicas de la empresa tiene su mérito.
Los cambios de tendencia geopolíticos, los conflictos internacionales, la inflación y el «EEUU estornuda y Europa se resfría» hacen que los líderes financieros no lo tengan nada, pero que nada fácil.
Porque casi todo lo que pasa en el mundo al final acaba repercutiendo en la economía de las empresas, que se blindan ante los riesgos financieros como buenamente pueden, lideradas por su CFO.
Y es que los riesgos financieros evolucionan a la vez que lo hace la sociedad, y si antes tu máxima preocupación era no quedarte sin liquidez, de pronto deseas evitar un ciberataque que deje al descubierto las finanzas de tu empresa o que no se acaben los fondos de la Reserva Federal 😱
¿Y qué hacer ante este panorama?
Pues lo de siempre, no queda otra: prepararte. Es tu pan de cada día; un pilar de tu trabajo.
Debes anticipar lo que está por llegar y protegerte.
Ser consciente de los riesgos financieros a los que está expuesta tu empresa y blindarla.
Y por eso estás aquí: para ver por dónde irán los tiros en cuanto a riesgos financieros en el futuro, aunque antes de ello vamos a hacer un brevísimo repaso a los principales riesgos financieros tradicionales.
Tipos de riesgos financieros «de toda la vida»
La cosa se pone interesante —prometido—, pero de momento vamos a ver por encima algunos de los tipos de riesgos financieros más clásicos:
- Riesgos de mercado: cuando las condiciones de los mercados cambian, los valores de los activos financieros también lo hacen. Tipos de interés, inflación... ¡Uf!
- Riesgo de crédito: si tu empresa concede préstamos, este riesgo financiero se refiere, obviamente, a que tus clientes incumplan con los pagos acordados
- Riesgo operativo: representa el riesgo de que las cosas no funcionen bien internamente, que ya sabes que puede pasar de todo: falla la cadena de suministro, hay un problema legal, la tecnología no responde, alguien comete un fallo humano...
- Riesgo de liquidez: se refiere a la incapacidad de una empresa de cumplir con sus obligaciones de pago debido a la insuficiencia de fondos disponibles
- Riesgo de tipo de cambio: afecta a las empresas que acometen operaciones con monedas extranjeras, cuyas fluctuaciones pueden generar pérdidas
- Riesgo político: el asociado a los cambios gubernamentales, conflictos internacionales y un largo etcétera
Son los de toda la vida y no solo no van a desaparecer, sino que ahora se verán afectados por otros factores con los que además compartirán escena y que te contamos en breve.
¿Preparados?
¿Listos?
¡Rieeeeeeesgos!
Bueno, pensándolo mejor... antes de sumergirnos en las amenazas, ¿hablamos antes de la parte bonita de la gestión de riesgos? 🫠
La transformación digital y las nuevas tecnologías, clave
Afortunadamente, la creciente digitalización y las nuevas tecnologías son un salvavidas más que notable.
Que juegan a tu favor, vamos.
¿Por qué?
Porque los riesgos siempre van a estar ahí y tu obligación es preparar a tu empresa para minimizar su impacto. Y ahí la tecnología, aunque sea parte del problema, es todo un plus 🙌
Decimos lo de parte del problema porque la digitalización vino acompañada de los ciberataques, un tipo de riesgo financiero tan moderno como habitual.
Y que es un plus al mismo tiempo porque las posibilidades de blindaje que ofrece son enormes.
Por ejemplo, la tecnología fintech te permite realizar análisis de datos avanzados, en tiempo real. Te regala la opción de leer a fondo situaciones, dibujar tendencias con la inteligencia artificial y anticiparte.
Y operar en una red blockchain, otro ejemplo de cómo mitigar los riesgos financieros de una empresa, te proporciona seguridad, transparencia y visibilidad en las transacciones.
La tecnología juega a tu favor, sí, y su papel va a ser fundamental para los CFO del futuro.
Mucho ojo con los riesgos de la globalización
Que las fronteras —en cierto sentido— se estén borrando aumenta los riesgos financieros de las empresas.
¿Por qué?
Volviendo a una cita del principio, «cuando EEUU estornuda, Europa se resfría» es el mejor ejemplo del riesgo financiero que supone la globalización.
Los eventos que suceden en un país pueden afectar rápidamente a otro debido a la interdependencia económica.
La globalización, además, es una de las principales responsables de la volatilidad de los mercados, directamente relacionada con el riesgo de mercado. Y del riesgo cambiario, más de lo mismo; a mayor globalización, más transacciones entre diferentes monedas, con el riesgo que ello supone.
Pero espera, que seguimos para bingo con la parte más lógica: la globalización permite, con todo lo bueno que implica, que empresas internacionales accedan a mercados nacionales.
Que es bueno, sí, sobre todo si eres la empresa extranjera; si eres la nacional, la irrupción de nuevos participantes puede derivar en aumento de costes de producción, de precios y en una disminución de la cuota de mercado.